También
se conoce por sus primeras palabras de la versión latina: "Quicumque".
Se le llama de San Atanasio no
porque el lo escribiera sino porque recoge sus expresiones e ideas. Algunos
piensan que fue escrito por San Ambrosio
Texto del Credo Atanasiano:
"Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que
mantenga la fe Católica; el que no la guarde íntegra e inviolada, sin duda
perecerá para siempre.
Ahora bien, la fe católica es que veneremos a un solo Dios
en la Trinidad, y a la Trinidad en la unidad; sin confundir las personas ni
separar las sustancias. Porque una es la persona del Padre y el Hijo y otra
(también) la del Espíritu Santo; pero el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo
tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad. Cual el Padre, tal
el Hijo, increado (también) el Espíritu Santo; increado el Padre, increado el
Hijo, increado (también) el Espíritu Santo; inmenso el Padre, inmenso el Hijo,
inmenso (también) el Espíritu Santo; eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno
(también) el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eternos, sino un solo
eterno, como no son tres increados ni tres inmensos, sino un solo increado y un
solo inmenso. Igualmente, omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo,
omnipotente (también) el Espíritu Santo; y, sin embargo no son tres
omnipotentes, sino un solo omnipotente. Así Dios es el Padre, Dios es el Hijo,
Dios es (también) el Espíritu Santo; y, sin embargo, no son tres dioses, sino
un solo Dios; Así, Señores el Padre, Señor es el Hijo, Señor (también) el
Espíritu Santo; y, sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor; porque
así como por la cristiana verdad somos compelidos a confesar como Dios y Señor
a cada persona en particular; así la religión católica nos prohíbe decir tres
dioses y señores. El Padre, por nadie fue hecho ni creado ni engendrado. El
Hijo fue por solo el Padre, no hecho ni creado, sino engendrado. El Espíritu
Santo, del Padre y del Hijo, no fue hecho ni creado, sino que procede.
Hay, consiguientemente, un solo Padre, no tres padres; un
solo Hijo, no tres hijos; un solo Espíritu Santo, no tres espíritus santos; y
en esta Trinidad, nada es antes ni después, nada mayor o menor, sino que las
tres personas son entre sí coeternas y coiguales, de suerte que, como antes se
ha dicho, en todo hay que venerar lo mismo la unidad de la Trinidad que la
Trinidad en la unidad. El que quiera , pues, salvarse, así ha sentir de la
Trinidad.
Pero es necesario para la eterna salvación creer también
fielmente en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. Es, pues, la fe recta
que creemos y confesamos que nuestro Señor Jesucristo, hijo de Dios, es Dios y
hombre. Es Dios engendrado de la sustancia del Padre antes de los siglos, y es
hombre nacido de la madre en el siglo: perfecto Dios, perfecto hombre,
subsistente de alma racional y de carne humana; igual al Padre según la
divinidad, menor que el Padre según la humanidad. Mas aun cuando sea Dios y
hombre, no son dos, sino un solo Cristo, y uno solo no por la conversión de la
divinidad en la carne, sino por la asunción de la humanidad en Dios; uno
absolutamente, no por confusión de la sustancia, sino por la unidad de la
persona. Porque a la manera que el alma racional y la carne es un solo hombre;
así Dios y el hombre son un solo Cristo. El cual padeció por nuestra salvación,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a
los cielos, está sentado al adiestra de Dios Padre omnipotente, desde allí ha
de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, y a su venida todos los hombres
han de resucitar con sus cuerpos y dar cuenta de sus propios actos, y los que
obraron bien, irán a la vida eterna; los que mal, al fuego eterno.
Esta es la fe católica y el que no la creyere fiel y
firmemente no podrá salvarse."
bliliografia
http://www.corazones.org/diccionario/credo_atanasiano.htm
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